La industria siderúrgica estadounidense aboga por impuestos a la importación de acero con alto contenido de carbono

El discurso sobre la trayectoria futura de EE.UU. La industria siderúrgica y la transición al acero ecológico están marcadas de manera destacada por la duradera batalla del sector contra las importaciones y el exceso de oferta global, como se destaca en un informe de E&Noticias electrónicas.

Para abordar estos desafíos, las empresas siderúrgicas están abogando por la adopción de la Ley de Nivelación del Campo de Juego 2.0. Esta legislación bipartidista faculta al Departamento de Comercio para imponer aranceles a los gobiernos que apoyan a las empresas en países extranjeros. Actualmente, el proyecto de ley se enfrenta a un punto muerto en ambas cámaras del Congreso.

Según datos del Instituto Americano del Hierro y el Acero (AISI), en 2023, EE.UU. produjo 89,7 millones de toneladas de acero e importó 28,2 millones de toneladas. Las fuentes extranjeras constituyen más de una quinta parte del consumo de acero en Estados Unidos, y México se identifica como un centro de transbordo crucial para el acero extranjero.

En las negociaciones en curso entre EE.UU. y la UE, se está considerando un club de acero verde. Aunque las partes retomaron recientemente la suspensión mutua de los aranceles impuestos durante la administración Trump, existe escepticismo sobre las perspectivas de establecer un estándar global para el comercio de acero de bajas emisiones debido a desacuerdos persistentes.

Inu Manak, investigador de política comercial del Consejo de Relaciones Exteriores, señaló que la administración Biden prioriza el acceso al mercado para Estados Unidos. empresas por la expansión del comercio de acero con bajas emisiones de carbono.

"Si bien las industrias siderúrgicas estadounidense y europea son relativamente verdes, hay margen para una mayor descarbonización", remarcó.

Actualmente, EE.UU. Los legisladores se están uniendo en torno a la Ley PROVE IT, aprobada por el Comité Senatorial de Medio Ambiente y Obras Públicas en enero. La legislación obliga al Departamento de Energía a examinar y determinar la intensidad de las emisiones de diversos productos fabricados en Estados Unidos, incluido el acero, en comparación con productos de otros países.

Aunque algunos grupos conservadores lo critican como un posible precursor de un impuesto al carbono, los expertos afirman que su objetivo principal es frenar las importaciones de China e India.

U.S. Los productores de acero respaldan este enfoque y abogan por una prima para los países y empresas que producen acero con altas emisiones. Philip Bell, presidente de la Asociación Estadounidense de Fabricantes de Acero (SMA), afirmó que mecanismos como la Ley PROVE IT podrían sentar las bases para tales recargos.

Si bien el destino de la Ley PROVE IT sigue siendo incierto, sus partidarios anticipan su creciente popularidad, especialmente si se alinea con un posible regreso de Donald Trump a Estados Unidos. presidencia, dada su postura proteccionista y su posición firme en cuestiones comerciales con China. Como se informó anteriormente, los grupos que representan a EE.UU. Los fabricantes de acero están presionando para obtener apoyo legislativo en 2024 para impulsar la demanda interna y restringir las importaciones de acero con alto contenido de carbono de naciones como China.