¡Arancel del 50% en EE. UU.! Duro golpe para el acero inoxidable a nivel mundial; los pedidos enfrentan una "prueba de supervivencia".

El 22 de septiembre, el fabricante de acero finlandés Outokumpu reveló a Reuters que, debido a los aranceles de importación estadounidenses de hasta el 50%, al menos un tercio de las empresas encuestadas habían suspendido o pospuesto los pedidos de acero inoxidable y más de la mitad estaban reevaluando urgentemente sus estrategias de adquisición, lo que indica un shock significativo para la cadena de suministro global de acero inoxidable.

En una entrevista, la presidenta y directora ejecutiva de Outokumpu, Kati ter Horst, señaló que la demanda mundial continúa desacelerándose, mientras que las cuotas actuales de importación de acero de la UE ya son considerablemente elevadas. Ter Horst prevé que la Comisión Europea introducirá nuevas medidas en octubre para restringir las importaciones de acero de la competencia, protegiendo así a los productores locales. Estas nuevas medidas sustituirán a las medidas de salvaguardia vigentes, que expiran en el verano de 2026, y se espera que entren en vigor un trimestre antes de lo previsto.

Las repercusiones de los aranceles se están haciendo cada vez más evidentes. Ter Horst reveló que, para mayo de este año, un tercio de las empresas ya habían cambiado de proveedor de acero debido a la presión de los costes. En agosto, EE. UU. incluyó cientos de productos derivados del acero inoxidable en la lista arancelaria, lo que generó una gran incertidumbre para los compradores de equipos y maquinaria y provocó retrasos generalizados en las decisiones sobre pedidos.

Cabe destacar que Outokumpu cuenta con una ventaja única en la cadena de suministro: opera la única mina de cromo en Europa y Norteamérica. El cromo, un mineral clave para la fabricación de acero inoxidable, está actualmente exento de aranceles estadounidenses. Basándose en esto, la empresa ha desarrollado una aleación de bajas emisiones con un contenido de cromo de hasta el 99 %, un aumento significativo respecto al 53 % de cromo de su producto anterior. Ter Horst declaró que la empresa también planea aumentar la producción del kilogramo diario actual a una tonelada diaria en una planta piloto que se establecerá próximamente.

En el contexto general de la industria, afectada por la baja demanda mundial y los altos costos de la energía, los proyectos de acero verde en muchas partes de Europa se han visto obligados a retrasarse o cancelarse. Los legisladores de la UE creen que los ajustes de las cuotas de importación y el Mecanismo de Ajuste Fronterizo de las Emisiones de Carbono (CBAM) serán clave para superar el estancamiento. Este último busca contribuir a la descarbonización de la industria siderúrgica mediante la imposición de una tasa fronteriza sobre las emisiones de dióxido de carbono presentes en el acero importado.

A pesar de los obstáculos a corto plazo derivados de los aranceles y la demanda, Ter Horst se mantiene optimista sobre la tendencia de desarrollo a largo plazo del acero inoxidable. Explicó que el coste anual global de la corrosión de los metales asciende a 2,5 billones de dólares, sumado a la creciente búsqueda de objetivos climáticos por parte de los países. Los compradores generalmente perciben el acero inoxidable como más sostenible y resistente que el acero convencional, lo que indica un potencial continuo de crecimiento de la demanda.

Además, el aumento del gasto de defensa mundial también supone un apoyo importante para la industria del acero inoxidable.